Conocida también como la Catedral de Santa María de la Sede, la Catedral de Sevilla es, sin duda alguna, un importante punto de interés para quienes escogen España como meta de vacaciones. Se trata de la catedral gótica más grande del mundo y el tercer templo cristiano después de la Basílica de San Pedro en Roma y la Catedral de San Pablo en Londres. En 1987 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto al Real Alcázar y el Archivo de Indias. La catedral se encuentra en pleno corazón de la ciudad y su construcción se remonta a 1401 en el lugar de la antigua Mezquita Mayor, de la cual conserva el Patio de los Naranjos y el alminar, actualmente conocido como la Giralda. La Catedral de Sevilla fue convertida en templo cristiano en 1248, al conquistar la ciudad Fernando III de Castilla. Está compuesta por 5 naves y 25 capillas, en las cuales es posible admirar algunas obras de importantes pintores españoles.

"Hagamos una Iglesia que los que la vieren labrada nos tengan por locos": de esta forma tradujo el pueblo la voluntad de los canónigos de Sevilla en 1401 durante las reuniones en las que decidieron derribar la antigua mezquita de la ciudad. Sin saberlo, estaban anunciando la creación de esta imponente obra arquitectónica. El exterior se caracteriza por un impresionante juego de volúmenes, sin embargo se desconoce el nombre del arquitecto que lo realizó. Se accede a la catedral por la Puerta del Perdón, antigua entrada de la mezquita.

La Catedral de Sevilla comprende: la Giralda, el Patio de los Naranjos, las cubiertas, la Puerta del Perdón, la Puerta de la Concepción, la Puerta de los Palos, la Puerta de la Campanilla, la Puerta del Príncipe, la Puerta de San Miguel, la Puerta de la Asunción y la Puerta del Bautismo.